Elfyn Evans resistió bien los embates de su compañero Takamoto Katsuta durante más de la mitad del 72º Rally de Suecia y se aseguró un nuevo triunfo en la nieve nórdica.

Después de tres días y medio de actividad en los bosques helados alrededor de Umeå, el galés se alzó con su décima victoria absoluta a nivel mundial por apenas 3.8 segundos con respecto al japonés. Entre ambos, le entregaron a Toyota Gazoo Racing un nuevo 1-2 en la categoría.
Evans largó la última jornada con solo 3.0s a su favor, que llegó incluso a perder cuando Katsuta hizo un gran tiempo en Västervik, donde se impuso por 7.5s, poco antes de que el británico del GR Yaris número 33 volviera a la carga para transformarse en líder del torneo.

Márgenes tan parejos como los de las Etapas 2 y 3 se mantuvieron hasta el Power Stage, en el cual el piloto oriental prefirió controlar los embates del tercero, Thierry Neuville, que concluyó a 11.9s del vencedor con el mejor Hyundai i20 N y se las debió ingeniar para subir al podio y acabar con menos de 5s de diferencia con respecto a Ott Tänak. Al volante de una máquina idéntica, el estonio venía recuperándose a paso firme de los problemas de motor de ayer (sábado). Ambos coches de la firma coreana lidiaron originalmente con una tendencia subvirante.
Al principio, uno de los grandes animadores había sido Adrien Fourmaux. En su segunda salida con un Hyundai, el médico francés se adjudicó tramos de manera consecutiva en la región de Västerbotten.

Kalle Rovanperä no cerró un buen fin de semana. El finés solo se impuso en uno de los tramos corridos y concluyó quinto con su GR Yaris. El sexto, Mārtiņš Sesks, se movió con soltura en estos pisos y condujo al mejor ubicado de los Ford Puma de M-Sport, precediendo al Toyota de Sami Pajari.
Con el otro producto del óvalo, Josh McErlean -que venía manteniéndose octavo- cayó algunas posiciones al trabarse en un banco de nieve en los kilómetros finales de competencia. Así, su colega de la misma escuadra, Grégoire Munster, heredó ese lugar.

A espaldas del luxemburgués aparecieron los primeros de la clase WRC2. En su país natal, Oliver Solberg dominó esta división por tercer año consecutivo, ahora con un Yaris Rally2.
Su principal opositor fue Roope Korhonen (Toyota), a quien superó por 42.5s. Para el campeón 2023 WRC3, este fue su puesto más alto con este tipo de vehículos.

Mikko Heikkilä llevó a la tercera plaza a su Škoda Fabia RS, a 1m08.3s de Solberg. Heikkilä mantuvo una intensa puja con su compatriota Lauri Joona (Škoda) y con Georg Linnamäe (Toyota), de Estonia, hasta que hoy arrancó la mañana marcando un mejor tiempo que lo distanció un poco de esas amenazas.
Linnamäe retrocedió al 14º lugar pese a haberse impuesto en varios parciales, pero muy demorado en dos salidas del camino. En las colocaciones quinta y sexta concluyeron Isak Reiersen y el asunceno Fabrizio Zaldívar.

En su debut en esta clase, el actual monarca Junior, Romet Jürgenson, se hizo de un séptimo lugar a los mandos de un Ford Fiesta que es parte del premio por el logro de 2024.
El australiano Taylor Gill consiguió su segundo éxito en la división reservada a los más jóvenes, destacándose que a su margen de 22.8s lo alcanzó frente al local Mille Johansson, ganador del año pasado.

El sueco aspiraba al triunfo, pero golpeó uno de los tantos bancos helados y se demoró más de la cuenta después de ser el piloto a batir en 12 de las 18 especiales. Pese a todo, por los puntos sumados en cada tramo, es Johansson quien encabeza el certamen por dos unidades con relación a Gill.
El irlandés Eamonn Kelly, hoy por hoy uno de los más experimentados con los Fiesta Rally3, completó el podio a casi 1m de la punta.

Tras varias complicaciones, el paraguayo Diego Dominguez (h) retomó la actividad y quedó décimo.
La próxima fecha será el Safari de Kenia, del 20 al 23 de marzo.