A pesar de haber hecho unos reconocimientos acotados a menos de 48 horas como suplentes de Sébastien Ogier desde el martes previo a la largada, Kalle Rovanperä y Jonne Halttunen se adjudicaron hoy la victoria en el Rally de Polonia (30 de junio), séptima fecha del Campeonato del Mundo.
Para el actual monarca de la categoría, fue el 13º triunfo de su campaña sobre un Toyota GR Yaris Rally1, con el que aventajó por 20.6s a su compañero en Toyota Gazoo Racing, Elfyn Evans.
Ogier había sido dado de baja entre los anotados al haber protagonizado a principios de la semana un involuntario accidente de tránsito con el auto particular de una mujer mientras efectuaba el relevamiento de la PE10 y 14. En el incidente, de los cuatro ocupantes de los vehículos nadie presentó más que magullones menores, pero al permanecer más de una noche en observación, el ocho veces campeón no alcanzó a completar los trabajos previos, por lo que fue reemplazado a último momento por el finlandés.
Durante la primera etapa, se registró un hecho que no sucedía desde Turquía en 2019. Andreas Mikkelsen encabezaba la clasificación general de una prueba de este torneo, superando a Rovanperä con su Hyundai i20 N por 1.8s.
Hasta el séptimo tramo, habían librado una intensa batalla cinco tripulaciones que se encontraban encerradas en tan solo 7.7s. De ellas, Elfyn Evans era segundo, Rovanperä tercero, Mārtiņš Sesks cuarto y Adrien Fourmaux quinto.
Hizo calor húmedo entre los lagos de Masuria al norte del país, pues las temperaturas rozaron los 30°. Hubo dos tramos cancelados por razones de seguridad que hicieron que el desgaste de los neumáticos no fuera una preocupación real, ni siquiera para quienes habían elegido el compuesto blando de Pirelli.
Ott Tänak abandonó con daños en el tren delantero del i20 N híbrido por un impacto al salirse del camino.
Sesks gozó de un sorprendente debut en la clase superior al volante de un Puma (excepcionalmente, sin propulsión híbrida) y en ocasiones casi empató el tiempo de los expertos, por ejemplo en la PE2, donde quedó a 0.3s de Mikkelsen.
El caucho de casi todos los autos sí se gastó en las Etapa 2 y 3. Por eso, a Elfyn Evans se le reventó una goma trasera, percance del que se iría recuperando.
Kalle Rovanperä largó la jornada conclusiva 9.4s delante de Mikkelsen, pero en el 16º parcial llegó a la meta con un neumático desbandado. En ese instante, el noruego cayó irremediablemente de segundo a sexto, haciendo que al podio lo conformen el galés, que recortó a 15 puntos la diferencia en el certamen con respecto a Thierry Neuville, y el mejor representante de M-Sport Ford, Adrien Fourmaux, a bordo de un Puma híbrido, a 40.6s. El francés es casi una constante en el podio esta temporada.
Ott Tänak se reenganchó y sumó 11 unidades, mientras que el belga de la misma escuadra ganó el Power Stage y se hizo de la cuarta plaza absoluta. Mārtiņš Sesks obtuvo un meritorio quinto puesto, entrenándose para la próxima fecha, que será en su país natal, sorprendiendo por su pronta adaptación a casi todo el ambiente.
A espaldas de Andreas Mikkelsen arribaron el Puma de Grégoire Munster y el Yaris de Takamoto Katsuta, tras los cuales se agruparon los mejores competidores de la división WRC2. Noveno absoluto y primera en ella acabó Sami Pajari sobre un Toyota, que le sacó 22.0s a un arremetedor Oliver Solberg (Škoda), que avanzó de séptimo a segundo, y 1m01.3s a Robert Virves (Škoda).
Así, Pajari trepó de cuarto a segundo en el campeonato (a solo tres unidades de Yohan Rossel, ausente aquí) después de dominar todo el fin de semana en los tramos de piso en buen estado y habitualmente polvorientos y arenosos de promedio alto, navegado por Enni Mälkönen en su segunda victoria consecutiva.
Virves anduvo muy bien con su Fabia RS y hasta hizo transpirar a Solberg, pero un desafortunado pinchazo en la penúltima especial lo relegó a quinto. Su gran actuación en el Power Stage lo elevó a tercero, delante de Georg Linnamäe, Pierre-Louis Loubet y el solitario Citroën C3 de Nikolay Gryazin.
Josh McErlean era cuarto cuando arrancó una rueda trasera de su Skoda contra un fardo colocado en una chicana de la PE17. El mexicano Ricardo Triviño llegó 17º (Škoda).
El local Kajetan Kajetanowicz, que el viernes estaba segundo, atacó a Sami Pajari hasta que derrapó de más en una curva y dañó la suspensión trasera de su Fabia.
En WRC3, le fue muy bien a los sudamericanos, que cosecharon podio doble para dos países. En la última corta jornada de poco más de 60 kilómetros, el paraguayo Diego Domínguez (h) le arrebató la victoria al local Jakub Matulka, puntero durante dos días, y trepó primero a la rampa de llegada con una exigua diferencia de 2.8s, anotándose otro logro en la especialidad.
Domínguez fue el más veloz en los cuatro tramos del domingo, así que el polaco poco hacer ante la embestida de quien es ahora un cómodo líder en esa clase, 27 puntos más arriba que Mattéo Chatillon, cuarto en este rally con su Renault Clio.
El tercer puesto fue para Bolivia, ya que el joven Nataniel Bruun alcanzó ese resultado por primera vez, acompañado por el cordobés Pablo Olmos en un Ford Fiesta Rally3, al igual que sus predecesores. Bruun culminó a 47.2 del asunceno luego de ganar dos tramos en esta competencia, el 9 y el 16.
Letonia debutará en el calendario mundial del 18 al 21 de julio con epicentro en la ciudad de Liepāja.